martes, 14 de febrero de 2012

Crisol

No voy a hacer varias entradas infraesbózicas sobre temas puntuales, así que voy a complementar todo acá.

Por empezar, hace poco me enteré que no existe ni un día de los enamorados, ni del padre, ni de la madre, ni del niño, ni de la mujer, etc. al menos según Movistar, que los cataloga como "meses".. vamos a ver: toda la vida durante décadas estos fueron días puntuales. Con el tema de los regalos y los medios de comunicación, aparece el tema del lucro, entonces aparecen empresas que tergiversan estos eventos de manera tal que penetre en la mente del vulgo que lo más importante son los regalos, y no conformes con eso, prorrogan estos hitos de un día a un mes, con el no menos obvio objetivo de distorsionar el significado y el origen de dichos días, para finalmente vender sus productos. Parece que me compliqué un poco con lo que quería decir, pero al final es corta la bocha y se entiende perfectamente lo que quise decir. Así es la publicidad; así es el marketing, todo vale con tal de ganar guita. Hay que ser astuto, pero también demasiado materialista.

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Al margen, tema aparte, me revienta los huevos todo el tema del Barcelona. Ojo, todo bien con el club. Sé que es una gran institución, seguramente en la actualidad el equipo de mayor calidad futbolística del globo, donde juegan astros de manera tanto individual como colectiva (remarcando especialmente la sincronía de Dani Alves con Messi, que estuvo presente aun en la reciente victoria ante el Bayer Leverkusen, de la que hablaré en unos renglones), y que está a poco de romper varios récords.

Lo que me da bronca: los periodistas vendehumo chupamedias que se empeñan en querer destacar al Barcelona como si fuera el mejor equipo de la historia (y así lo dicen también textualmente). Es evidente la falta de neutralidad de los grandes periodistas deportivos al menos de Latinoamérica (y eso se puede resumir simplemente en que el tipo que relataba junto a Gambetita Latorre el partido del Barsa contra el Leverkusen en Fox Sports, luego del gol de Messi, quiso dar por liquidada la eliminatoria, cuando el partido fue más parejo de lo que todos nos esperábamos, y sin considerar injusto el 3-1 final, luego del empate de Kadlec, el partido y el segundo tiempo estaban para cualquiera, y eso sumado a la derrota del equipo culé a manos del Osasuna, lo cual hacía factible una victoria de la escuadra alemana en condición de local, y no descarta una remontada de la misma en el Nou Camp, aunque improbable), que endiosan al plantel y al cuerpo técnico como si fueran invencibles, y sólo puedo encontrar una explicación a eso: siempre en el mercado del fútbol tiene que haber algo astronómico o fuera de lo común, porque eso es lo que "garpa". Ej.: Messi ahora es el mejor, todos los periodistas están de acuerdo; antes era Cristiano Ronaldo y tampoco había discusión; aún antes era Ronaldinho, y antes Beckham, y tampoco había discusión, etc. etc. etc. y así ad infinitum. Yo quisiera ver jugar al Barcelona actual contra el Madrid de fines de los 50s cuando jugaban figuras como Puskas, di Stéfano o Gento, sin rebuscar demasiado... se comen media docena. No hay mucho más que agregar. Para ser los mejores de la historia lo tienen que demostrar con verdaderos hechos: ganar la liga, no estar segundos como lo están ahora; ganar la Champions, no perder en cuartos con el Inter como en el 2010;   ganar todos los títulos posibles durante varios años seguidos, como lo hizo el susodicho plantel del Real Madrid.

Ahora el partido:

Desilusionante. Un descolorido monopolio catalán estuvo vigente durante todo el primer tiempo (cosa desmotivadoramente ponderada por los periodistas). Monopolio porque la posesión era 80-20, y el Barcelona jugaba de manera libre, con pases muy precisos y lujosos, y era prácticamente una sobrada. Descolorido porque, pese a que el Bayer salió desde el principio amedrentado, el Barcelona no arriesgó nada, o muy poco durante ese primer tiempo, que parecía sacado de un partido amistoso, cuando si hubiera jugado a como nos tiene acostumbrados, podría haber hecho varios goles, pero fue poco contundente, poco ambicioso... no poco efectivo porque tuvo muy pocas chances, entre las cuales finalmente concretó, tras una gran jugada de Messi y una gran definición del chileno Alexis Sánchez, la apertura del marcador a los 40 de aquel apagado primer tiempo. Con un poco de fortuna, porque en un partido en el que el Barsa golea (suceso habitual), tiene inclusive bastantes más chances de concretar además de los 4, 5 ó 6 goles que marcara. Es en ese momento cuando la efectividad y la precisión fue clave en el equipo visitante, que jugó de manera muy poco ambiciosa, pero que ajusticiaba el marcador debido a la paupérrima actuación del local en el primer tiempo.

Principalmente es por el primer tiempo que vi lo que me hizo desilusionarme acerca de la actuación de los catalanes, ya que el segundo tiempo, a pesar de ser mucho más parejo que el primero, tuvo un notable mejor juego por parte de ambos equipos: del Bayer Leverkusen, que sabía que una derrota en casa significaba una difícil hazaña a concretar en el partido de vuelta a domicilio si quería pensar en llegar a cuartos de final como la gran sorpresa; y del Barcelona, que pareció salir con la intención de liquidar la eliminatoria en el partido de ida, ya que por más Barcelona que sea, no se podía confiar, y menos con un equipo que quedó entre los mejores 16 de Europa, aunque no esté repleto de nombres.

No voy a entrar en más detalles del partido, sino que el empate del Leverkusen de la mano de Kadlec en los primeros compases de la segunda mitad parecía haber sido un baldazo de agua fría para los visitantes, que se habían puesto por delante en el primer tiempo pese a su falta de hambre, compensada en cierto lejano modo con un juego correcto. Eso enseguida sería desmentido por Alexis Sánchez, que tras un descuido producto de la euforia del local, pondría el 2-1 y doblete en su cuenta personal. Eso lo diferencia del resto de los equipos al Barcelona: juega cuando quiere, porque si hubiera querido, habría liquidado la eliminatoria ahí nomás en el primer tiempo. Después de eso pareció estar más cerca del tercero el visitante que del empate los alemanes; sin embargo, no voy a dejar de remarcar un tiro de Gonzalo Castro en el palo y un cabezazo del posteriormente recién ingresado Stefan Kiessling que atajaría notablemente Valdés pese a sus pocas intervenciones en ese sentido en lo que fueron los 90 minutos. Messi recién liquidó el partido a los 88 luego de algunos intentos fallidos con una asistencia de Dani Alves, cuando tranquilamente el partido podría haber finalizado 2-2 en lugar de 2-1 ó 3-1, y así es el fútbol.

Lejos de lo que dijo Latorre, no creo que esto esté liquidado para nada, porque el Leverkusen tiene mucho tiempo para reformar sus estrategias y lograr la hazaña que, aunque díficil, imposible no es. Y eso se puede reflejar simplemente en el radical cambio de juego que tuvo el equipo local en tan sólo los 15 minutos del entretiempo, donde pasó de ser un equipo completamente amedrentado y espurio en el primer tiempo, a ser el protagonista en los inicios de la segunda mitad, y que finalmente a pesar de haber perdido y tenerla complicada, le terminó jugando de igual a igual al campeón defensor y al mejor del mundo.

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En fin, iba a hablar de otras cosas pero con la enjundia del partido me olvidé, y esto va a quedar así.

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