sábado, 8 de diciembre de 2012

La libre interpretación de la poesía

Justamente la libre interpretación o la interpretación personal (que va desde los compases de la morfología además del significado de determinado escrito) es lo que da lugar a lo que llamamos "poesía". Por eso el antítesis de ello es lo que se inculca en la ensañanza de literatura de forma conservadora y cerrada, masticando textos líricos de manera tal que se les asigna un significado casi a rajatabla, sin ninguna desviación o posible interpretación alternativa. De estos indicios vamos desde la literatura antiquísima del Renacimiento, hasta quizás el siglo XIX, el siglo XX pasando por varios movimientos y leitmotivs, llegando finalmente a lo absolutamente contemporáneo, de lo que haré hincapié especialmente.

Se puede estar queriendo emular un presente o un suceso o pensamiento en especial al escribirlo en un poema, pero se está dejando implícitamente su significado a un criterio personal sin ninguna objeción acerca de ninguna interpretación subjetiva concorde a cada individuo. Partimos de ahí para decir que sólo y únicamente el autor conoce las circunstancias de un texto suyo, ningún literato por más erudito, sabio o inteligente que sea va a poder interpretar emotivamente lo mismo que su autor, por más novato que fuere si lo fuere. Y de este punto de partida añadimos que la poesía es poesía por contener una libertad expresiva tanto en la morfología (la libertad de seguir patrones líricos o de no hacerlo) como en el significado, lo cual se traduce simplemente en la existencia de hermetismo lírico, y de recursos retóricos que distan mucho de un significado literal a ciertas palabras o frases. De eso se trata la poesía, no de inculcar tan cuadradamente un interpretación personal por muy coherente que sea (y por consiguiente, una sesgada cercanía con los sentimientos del autor) ante otra interpretación personal aun careciendo esta misma de cierto sustento (lo cual es obviamente subjetivo) o de competencias culturales para "conocer" la faceta del autor.

Desde allí nos damos cuenta que al haber libertad literaria, la libertad interpretativa es un derecho implícito prácticamente, pero por lo que se ve mucha gente "experta" no lo entiende, por su inconsciente o consciente ego y vientos de magnanimidad debido a sus "sufridos estudios" de profesional. No me voy a extender en ejemplos, simplemente de dar un mensaje de disfrutar la poesía como se te cante el culo y no como alguien te diga lo que tengas que hacer por mucho que te lo quieran imponer a la fuerza (salvando las distancias, podría hacer una analogía entre esta gente y la iglesia con su arrogancia que la distingue desde hace siglos).

Termino la entrada con un tema de Los Redondos (banda que se caracteriza por su hermetismo lírico, libre según el propio Indio y Skay), que es La parabellum del buen psicópata, que personalmente me encanta por su letra (aunque mi interpretación es nula al no entender un carajo mirándola por encima, lo que indica que no la analicé en realidad) y por su calidad musical.


Letra:


La noche tira un salto mortal, 
pura tontera del "punto G"
y el joven lobo, 
¡quemándose de amor! 

Está en la boca del volcán
(nunca pudo ser muy fiel...) 
tímidamente moja el suavestar. 

Y traga migajas de rock
maravilla para este mundo, 
y traga esas migas indescriptibles
(trucos de placer). 

Un tecno-duque trabajó
nuevos gemidos para el show, 
su industria de la diversión quebró. 

Un gran remedio para un gran mal, 
amores como flechas
van cruzando el sueño
y te acribillarán.

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