Revivo un poco el blog mediante esta frivolidad.
Es ley que todos los días viernes*, se pide pizza a "Pinocho", una excelente pizzería que se ubica a menos de dos cuadras de la sede central de Ars Amandi (mi casa). Habitualmente, se suele pedir una pizza grande, mitad de calabresa (para Leo) y mitad de jamón y morrones (para el padre), y dos empanadas de humita (para la madre**).
*Y cuando digo "todos", significa "TODOS".
**cuya particularidad es comer pasto a picoteos y pronunciar seis millones de veces al día la frase "estoy muy gorda".
"No tenemos promoción, nuestro lema es la calidad", recita el sloggan de la discreta pero distinguida pizzería, y vaya que saben llevarlo a cabo a la mismísima perfección.
Hoy es viernes, y en eso de una hora mi deber tendrá que ser llevado a cabo. Les dejo un par de imágenes (aunque fomente la ostentación):
...
Mentira, ejercicio mental. Intenten imaginarse la pizza más suculenta y apetitosa y obtendrán como resultado la pizza de Pinocho.
Saludos.
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