lunes, 27 de febrero de 2012

Édgard, la chinche y Dulic, la ojota lila

Hola, gente que sigue mi blog. Hoy les voy a contar la legendaria historia de dos dioses omniscientes que pueblan los cielos desde hace muchísimos lustros. Estos son Dulic, la ojota lila, y Édgard, la chinche verde, que frecuenta mi aposento, como habrán leído días atrás. La introducción de esta leyenda la pueden encontrar en el siguiente link, que pertenece al blog de un hincha de Racing:

Jinzo, el Santurrón: Dulic, el único

Los voy a introducir en esta historia sinceramente fenomenal, que pocos conocemos, pero todos la padecemos.

Fue durante esas semanas, cuando Dulic no paraba de mofarse acerca del desempeño de Banfield, club del cual Édgard era fanático. Entonces Édgard, atormentado, buscó ayuda, y se dirigió a la cancha de All Boys, a pedirle ayuda al señor que cortaba el césped, quien, según los habitantes del barrio, tenía muchos conocimientos acerca de las ojotas lilas tras su breve estadía en Hinchcliffe en una época de su vida.

Este es el señor que cortaba el césped


Como Édgard era verde, y llevaba la credencial de Banfield, el señor que cortaba el césped en un principio se rehusó a ayudarlo, pero la insistencia de la chinche, sumado a doce papeles con la cara de Roca, finalmente lo convencieron de brindarle sus conocimientos. Y así fue como el señor que cortaba el césped le enseñó el movimiento "Lanzallamas" a Édgard, quien no perdió tiempo y en seguida fue a la pensión que alquilaba Dulic y le tiró un potente Lanzallamas que le quemó los muebles y la plata del alquiler. Dulic no supo cómo reaccionar, y cuando lo hizo, ya era demasiado tarde: Édgard se había ido. To be continued...

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